¿Qué pueden hacer los gestores de centros de datos para adaptarse al vertiginoso crecimiento de la IA?

Si bien ha sido el interés por la IA generativa y los grandes modelos lingüísticos, como ChatGPT, lo que ha llevado a la IA a ocupar el primer plano del debate público, su potencial no conoce límites. La gestión de la cadena de suministro, la realización de investigaciones y análisis, y el marketing de productos son solo algunos ejemplos de áreas en las que las empresas implementarán la IA para generar valor para sí mismas y para sus clientes. Asimismo, la IA se irá implementando en los sectores de la sanidad, la movilidad eléctrica y la generación de energía a medida que se desarrolle su tecnología y las empresas y los gobiernos se sientan más cómodos con su adopción.

Todos estos factores están impulsando un aumento en la demanda de IA, un sector que se espera que crezca de forma significativa en la próxima década hasta alcanzar una cuota de facturación de casi dos billones de dólares en 2030.

Nuevas tecnologías, nuevas demandas

Detrás de las elegantes interfaces con las que interactúan los clientes, se utiliza una cantidad ingente de datos y algoritmos para ofrecer los resultados que esperan. Las aplicaciones de IA y aprendizaje automático requieren procesar una cantidad ingente de datos, lo que, a su vez, implica disponer de chips de alto rendimiento de última generación.

Estos potentes chips que hacen posible el uso de la IA requieren grandes cantidades de energía para funcionar y emiten más calor que otras aplicaciones menos avanzadas. Los gestores de centros de datos deben ser capaces de gestionar esta elevada carga térmica sin renunciar a la capacidad de ampliar sus actividades para satisfacer la demanda del mercado. La capacidad de ampliación no siempre implica un aumento de las instalaciones físicas: a menudo, los gestores e ingenieros de los centros de datos tienen que solventar el reto de instalar más servidores y, por ende, aumentar la carga térmica, en el mismo espacio. Además, deben garantizar una producción ininterrumpida: las demandas de aplicaciones de IA no van a esperar a que remodelemos nuestros centro de datos.

Un cambio en el enfoque de refrigeración

Para los chips de nueva generación y otras infraestructuras de IA, los métodos tradicionales de refrigeración por aire ya no bastan. Los centros de datos que tratan de hacer frente a mayores cargas térmicas aumentando la velocidad del aire corren el riesgo de convertirse en entornos similares a túneles de viento, lugares caros de gestionar y en los que es complicado trabajar. Si es necesario que los sistemas de refrigeración por aire estén encendidos durante más tiempo para mantener la temperatura de trabajo adecuada, es posible que se produzcan averías en los equipos e interrupciones inesperadas de la actividad, y se generen elevados costes energéticos. La refrigeración líquida ofrece a muchos centros de datos un mayor rendimiento y les permite ahorrar energía y desarrollar su actividad de forma más sostenible. En el caso de las aplicaciones más sofisticadas, la refrigeración líquida y directa a los chip es la única opción viable.

La refrigeración líquida puede ayudar a los centros de datos a aumentar su rendimiento manteniendo un uso eficiente del espacio y la energía. Asimismo, puede ofrecer un retorno favorable de la inversión y reducir el coste total de las instalaciones. Los sistemas de refrigeración líquida ofrecen una forma eficaz de lograr los parámetros de temperatura necesarios y reducir el consumo de energía de los sistemas de refrigeración. El líquido ofrece una capacidad de transferencia de calor mucho mayor que el aire, lo que permite a la refrigeración líquida incrementar la eficiencia energética, gestionar eficazmente las cargas térmicas, reducir los costes energéticos y contribuir a la sostenibilidad medioambiental.

Soluciones a medida

La refrigeración líquida no tiene por qué ser todo o nada. Los centros de datos pueden refrigerar un único rack o un pequeño conjunto de racks en los que se alojen las aplicaciones de IA y aprendizaje automático sin tener que instalar grandes salas de datos refrigeradas por líquido con varios racks de equipos con soluciones informáticas de alto rendimiento.

Sin embargo, a la hora de implementar estas soluciones puntuales, es fundamental comprender los planes comerciales futuros. Utilizar soluciones de refrigeración específicas para resolver un problema concreto es importante, pero debido a su coste, eficiencia energética y otros factores, la solución para un problema puede no serlo para otro. Al igual que ocurre con cualquier proyecto de un centro de datos, cada desafío requiere una solución diferente, y un enfoque único rara vez tiene éxito.

Ante el aumento de la demanda de sistemas informáticos de alto rendimiento propiciado por la expansión de la IA, los gestores de centros de datos deben contar con un plan para ampliar sus soluciones de refrigeración. Estos planes pueden incluir diseñar nuevos centros de datos totalmente refrigerados por líquido o buscar soluciones híbridas de líquido y aire que aporten refrigeración líquida a los racks y los chips, pero que operen dentro de una infraestructura refrigerada por aire.

La mayor ventaja de la planificación y la comprensión de las cargas de trabajo de TI es que casi todas las posibles soluciones de refrigeración pueden combinarse, permitiendo a los gestores de centros de datos adaptar sus recursos energéticos y de refrigeración a las demandas cambiantes. La clave del crecimiento sostenible es contar con una amplia gama de opciones flexibles compatibles con los equipos de última generación. Las tecnologías de refrigeración líquida ofrecen esta flexibilidad.

Soluciones energéticas y de refrigeración para centros de datos

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