Consideraciones de diseño para armarios de control en entornos hostiles

Junta 

Aunque elegir la construcción y el diseño óptimos del armario para entornos agresivos es esencial, seleccionar una junta o sello altamente fiable es un componente crítico para el éxito del armario. Las juntas son el punto de fallo más habitual en un armario de control. Las juntas y sus adhesivos deben fabricarse con materiales compatibles con el entorno en el que se instalan. La alta humedad, las variaciones bruscas de temperatura y los agentes químicos presentes en el ambiente pueden degradar rápidamente algunos de los materiales de junta más comunes, como la espuma de poliuretano. Optar por materiales mejorados, como la silicona, o por una junta de silicona sin adhesivo y fijada por compresión, es una práctica recomendada en aplicaciones especialmente exigentes, como el tratamiento de aguas residuales y el sector del petróleo y el gas. La junta es el punto de diseño más crítico, ya que protege el armario frente a la humedad, la condensación y los fluidos ambientales externos. 

Control de clima 

En entornos agresivos es fundamental priorizar las medidas de protección de los metales que forman parte de los sistemas de refrigeración habituales. Estos pueden incluir tubos de cobre y cualquier serpentín de evaporación o condensación empleado para refrigerar el interior del armario. Estos serpentines, así como los materiales de cobre y soldadura, pueden protegerse fácilmente con recubrimientos específicos diseñados para entornos agresivos, como los que incorporan los aires acondicionados para entornos extremos u otros sistemas de climatización que ofrecen paquetes avanzados de protección contra la corrosión. Los armarios pueden sobrecalentarse por factores externos, como la luz solar directa o el calor de los equipos de proceso, o por factores internos, como la carga térmica de los componentes dentro del armario. El calor puede dañar y reducir de forma significativa la vida útil de los equipos eléctricos. La vida útil de los componentes electrónicos se reduce a la mitad por cada 18 °F que funcionan por encima de la temperatura ambiente. 

Comprender las clasificaciones 

Al determinar los elementos de diseño de los armarios de control, es importante prestar atención a las clasificaciones y a sus requisitos. La National Electrical Manufacturers Association (NEMA), Underwriters Laboratories Inc. (UL) y la Canadian Standards Association (CSA) son organismos de normalización comúnmente reconocidos en Norteamérica. Sus clasificaciones se basan en descripciones de aplicación similares y en el rendimiento esperado. UL y CSA exigen que los armarios se sometan a ensayos realizados por evaluadores cualificados. Además, UL envía inspectores a las instalaciones, tanto de fabricantes como de integradores, para garantizar que cumplen con los métodos y especificaciones de materiales establecidos. NEMA no exige ensayos de un Laboratorio de Ensayos Reconocido a Nivel Nacional (NRTL) y deja el cumplimiento enteramente en manos del fabricante. Las clasificaciones IP, salvo que se acompañen de un certificado de un NRTL, también se declaran de forma autónoma, sin auditoría ni verificación de conformidad con los procedimientos. También es importante tener en cuenta que la clasificación de un armario integrado no puede ser superior a la menor clasificación de los componentes que atraviesan la superficie del armario, como una pantalla HMI o un pulsador. Por ello, es fundamental garantizar que tanto el armario como los componentes cuenten con la clasificación adecuada para entornos agresivos. 

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